Generalmente en nuestro día a día estamos acostumbrados a realizar nuestras tareas cotidianes de una manera automática y monótona, por el simple hecho de que son tareas simples y comunes.
Pero hoy en día al tener tan cerca la tecnología, con computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas, etc. podemos mejorar experiencias de nuestra vida cotidiana, con estas herramientas podemos crear agendas, crear lineas de comunicación, trabajar y hasta jugar.
Aquí es donde entra la Gamificación, la cual convierte la experiencia de nuestra vida diara con interacciones digitales, sin darnos cuenta, es posible que ya estemos inmersos en estas plataformas, el ejemplo más simple es tener un sistema de puntaje al realizar una tarea, como un juego mismo.
Está el caso de una famosa aplicación de asistencia en la creación de rutas durante la conducción, el cuál también maneja un sistema de puntos, los cuales aumentan cuando manejamos cierta cantidad de Kilometros, creamos alertas durante el camino, cuando editamos rutas, etc. y todo ello es parte de un juego, porque estamos acostumbrados a realizar estas pequeñas tareas y el hecho de que recibamos una "recompensa" en forma de puntos, logros, nuevas formas de juego, skins para personajes, etc. nos hace adentrarnos a su mundo y seguir jugando.
Otro ejemplo es el muy sonado juego de captura de mounstros en el cual podías encontrarlos en la calle de manera libre y el propósito es capturarlos a todos, este juego existe desde hace más de 20 años, pero el hecho de que lo tengamos a la mano en nuestro celular y sea parte de nuestras actividades cotidianas, como lo simple que es caminar, lo volvió todo un fenómeno social.
Y sin darnos cuenta esto ha sucedido desde hace bastantes años pero no con el impacto de hoy en día, pensemos por un momento en los sistemas de puntos de las tiendas comerciales o del cine, nosotros consumimos, tenemos un perfil de identificación, recibimos cierto puntaje de acuerdo a nuestra compra y que en un futuro podemos canjear por más recompensas. Estos sistemas nos hacen adentrarnos a un mundo de actividades y tareas muy atractivo para seguir realizándolas siempre y cuando recibamos algo a cambio.
Pero, ¿todo se puede gamificar?
Si entramos al mercado de aplicaciones de nuestro dispositivo móvil, encontraremos infinidad de juegos y muchos de ellos basados en sistemas de puntaje o logros, algunos sin ninguna recompensa física o de importancia en nuestra experiencia, pero sí podremos encontrar sistemas de juegos que nos recompensen al visitar lugares, realizar compras, tomar fotos, hacer ejercicio, etc.
No nos debería sorprender que en algún momento exista algún tipo de juego/aplicación que nos de puntos cuando sigamos una receta al cocinar:
+5 puntos por picar fruta
+10 puntos por freír un huevo
+25 puntos por decorar un pastel
¡Felicidades! horneaste un pavo +200 puntos
Que siga un sistema de niveles, entre más alto el nivel, más complejas las recetas. Si tomas foto de tu creación siguiendo las instrucciones y la mandas, recibirás cupones de descuento para ingredientes de futuras recetas.
Es un mundo de posibilidades cuando se trata de crear opciones de experiencia y gamificaciones de tareas cotidianas, es la forma en que el futuro se apropia de las mismas, adentrandonos a un mundo digital e interacción corporativa.
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